La banca puede utilizar múltiples estrategias con las empresas para lograr un equilibrio razonable en el trinomio conformado por la rentabilidad, el riesgo y la sostenibilidad. Pero de todas ellas, “la banca ha decidido integrar con rigor los riesgos climáticos en sus procesos de gestión del riesgo, toma de decisiones y agenda estratégica, de forma que a medida que este conocimiento se vaya absorbiendo, su acompañamiento a las empresas en la transición hacia una economía más respetuosa con el planeta será cada vez más efectivo”.
Así lo aseguró nuestro director de Estrategia y Sostenibilidad, Juan Carlos Delrieu, en la jornada sobre finanzas sostenibles organizada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico , Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital , Banco de España, y WWF España.
En su intervención sobre las oportunidades que ofrece el desarrollo de una estrategia de implicación climática del sector bancario con las empresas en el contexto de recuperación económica, Delrieu recordó que el 95% de los bancos españoles se comprometieron a alinearse con los objetivos marcados en el Acuerdo de París, lo que facilita el diálogo con las empresas y potencia de manera objetiva y transparente el poder de mercado colectivo para incentivar a sus clientes a fijar compromisos climáticos.
No obstante, matizó que no puede haber una labor de acompañamiento y asesoramiento de los bancos para mitigar los riesgos climáticos si no hay una contrapartida por parte de las empresas en forma de divulgación de datos de calidad y de información no financiera.
Este acompañamiento de los bancos a los clientes debe traducirse en una senda de transición creíble a través de una serie de objetivos intermedios compatibles con la descarbonización de nuestra economía en 2050, sostuvo. A su parecer, “la implicación de los bancos con las empresas en materia climática es una interacción que, si se hace con efectividad, puede considerarse una medida de buen gobierno y puesta en valor de las partes”.